Una friqui de las políticas culturales, eso es lo que soy.

He sido actriz, bailarina, comercial de teatro, animadora turística, responsable de animación, camarera; productora de festivales, inspectora de playas para la Q de Calidad (Ayuntamiento de Valencia); secretaria de dirección en el Palau de Les Arts; ayudante de jefe de Cultura (Instituto Cervantes de Londres); coordinadora del programa EDUCANDOS a ESCENA del Teatro Olympia de Valencia. Hostelera. Administradora. Siempre en el ámbito turístico o cultural. Por cuenta ajena y como autónoma. Temporadas largas y más cortas. Con mayor y menor responsabilidad. Para empresas públicas y privadas. En el ámbito local, regional e internacional. Sin olvidar la formación, que ha sido una constante en mi vida. He tratado de formarme para cada uno de estos empleos y además, últimamente lo he hecho en el ámbito del Márketing Digital y la Comunicación. También he podido trabajar en el ámbito de las ONG, primero como socia fundadora de DONESenART, dando visibilidad a las mujeres creadoras de la Comunidad Valenciana y desde hace nueve años con Innova Cultura, creando el Slow Music & Food, un evento que se ha posicionado como un imprescindible en los veranos de Alcossebre.

Como veis, mi vida laboral es una miscelánea de empleos. Por una parte, me encantan los retos y suelo decir a todo que sí y por otro lado permanezco abierta a nuevas propuestas sin acomodarme en mi sitio, buscando nuevos estímulos. Soy lo que todos conocemos como un culo inquieto. Lo positivo de todo esto es que he podido trabajar desde puntos de vista diferentes, que he sabido adaptarme rápidamente a las nuevas situaciones y que siempre lo he hecho de manera activa.

Os decía que soy una friqui de las políticas culturales y un culo inquieto. Así que cuando el grupo Compromís por Alcalà de Xivert y Alcossebre me propuso unirme a su proyecto, reconozco que sentí mariposillas. Sí, me emocioné. Es lo máximo a lo que puedo aspirar con mi miscelánea de currículum. Como ya no tengo 20 años, no dí el sí quiero a la primera (los años me han dado algo de capacidad reflexiva), pensé en mi familia, en la crianza de mi hijo, en mi negocio… y esto del negocio pesa mucho. Un pueblo pequeño… bueno, nada que no sepáis.

La realidad es que llevo dos años alejada de la primera línea del negocio, que siento la necesidad de trabajar para los demás, que Compromís defiende valores que comparto al cien por cien (los ejes de sus políticas son las personas: el bienestar social, la educación y la cultura y también el medio ambiente), y que no me podía negar. Me han puesto en bandeja la oportunidad de volcar todas mis ideas y mi experiencia en la mejora del pueblo donde vivo, de formar parte de un equipo que lleva años trabajando por mejorar Alcalà de Xivert y Alcossebre. Dos núcleos que suponen dos retos excitantes: por su interculturalidad y su complejidad territoral y administrativa. No será fácil pero despacito y con buena letra seremos capaces de afrontar los cambios que necesitamos. Convertirnos en un pueblo moderno, repensando la manera de entender el Ayuntamiento y su funcionamiento, estudiando nuevas formas de comunicación con los vecinos, aplicando conceptos como transparencia y participación; convertirnos en un pueblo amable tanto para los vecinos permanentes y ocasionales, como para los turistas, hablen el idioma que hablen y tengan las costumbres que tengan; convertirnos en un pueblo capaz de pensar a largo plazo mejorando la calidad de vida de todos y que nos ayude a desarrollarnos como personas y también, claro que sí, como profesionales. En definitiva, convertirnos en un Ayuntamiento con una visión inclusiva contando con todos los vecinos para desarrollar las políticas municipales. Y en todo este engranaje, son piezas fundamentales las asociaciones y las empresas. Las asociaciones como generadoras de vida social, como motor social; y las empresas como generadoras de empleo y motor económico. En este sentido, entiendo que una de las tareas del Ayuntamiento es actuar como la plataforma que impulse la actividad social y económica de la mano de las asociaciones y empresas, ofreciéndoles los recursos necesarios. Por mi implicación en las asociaciones antes mencionadas, entiendo la importancia de éstas en el pueblo; como autónoma comparto al cien por cien las preocupaciones y necesidades de este colectivo de trabajadores y trabajadoras que en la mayoría de los casos se siente olvidado.

A título personal, no os voy a negar que me encantaría ver el pueblo lleno de expresiones artísticas, por todas partes y a todas horas: teatro, danza, música, arte, cine, de todo tipo y de todos los formatos. No me extiendo en este punto pues no es el cometido de esta presentación, pero como friqui podría pasarme horas desarrollando esto. Bueno, aquí lo dejo.

Con estas ideas generales afronto estos dos retos, Alcalà y Alcossebre, en este mi pueblo de acogida, que conocí en 1983, me cautivó en 2002 y me atrapó en 2010. Quiero poner todo este aprendizaje, toda esa capacidad de emprendimiento y esfuerzo al servicio del pueblo, y para eso en Compromís tenemos el mejor equipo.